Imagen: Yonathan Dossow from Valparaiso, Chile – img_3107.jpg, CC BY-SA 2.0
AI doctor en sociología, experto en temas de defensa y presidente ejecutivo de Fundación Quitas, Augusto Varas, le parece que al Gobierno no le quedó de otra que recurrir a las Fuerzas Armadas para solucionar los problemas en la frontera, pero cree que hay que sacarlas pronto de ahí y también del sur.
¿Qué valoración hace del retorno de los militares a labores de orden y seguridad pública en esas zonas?
La Constitución y Ley Orgánica de las FF.AA. las considera como «esenciales para la seguridad nacional». Esta noción ambigua, heredada de la dictadura, permite la expansión ilimitada de las instituciones armadas, desprofesionalizándolas. Frente a la crisis de Carabineros el Ejecutivo no ha tenido otra opción que recurrir ellas para mantener el orden público en el norte y sur del país.
¿Qué cambios estructurales son necesarios?
Este uso inapropiado de las FF.AA. en tareas no profesionales debe ser, por defecto, hasta que Carabineros esté nuevamente en condiciones de retomar su propio rol profesional, lo que es una necesidad urgente. Por ello, el proyecto que crea, a permanencia, una Policía Militar de Fronteras castrense no es apropiado.
¿El mundo civil debe seguir ocupando a los militares en desafíos de control de la delincuencia/orden público, cuando la fuerza policial se vea desbordada?
Los estados de excepción constitucional, que consideran el uso de las FF.AA. en el orden interno, son excepcionales y no se deben normalizar como ha sucedido en los últimos años. Si así ocurre quiere decir que la naturaleza del problema no es de orden público y debe ser resuelto por medios políticos, sociales, económicos o diplomáticos, no a través del uso estatal de la fuerza.